Con la administración hemos topado
Durante la preparación de los campamentos, uno de los asuntos que más tiempo lleva y con diferencia lo que más dolores de cabeza genera al monitorado es el tema burocrático. Cada año el nivel de exigencia aumenta y es más complicado conformar un campamento en el espacio natural. La sombra de la Administración da cobijo a los grupos, pero con técnicos con poca empatía por los grupos eskaut y la tarea que realizan.
La presidenta de Euskalerriko Eskautak Araba, Lara Heras, ya comentó en declaraciones a Radio Vitoria que entiende “perfectamente que URA tenga que velar por la salubridad de los ríos y por el bienestar de todo lo que tenga que ver con los ríos”, pero no la forma. Durante este verano muchos grupos han visto en riesgo la celebración de sus campamentos con cambios de última hora y amenazas de desalojo.
Quizás establecer sistemas de aviso, evacuación y coordinación con los servicios de protección civil puedan ser más eficientes a la hora de evitar riesgos y no prohibir la acampada en base a las inundaciones ocurridas en invierno en los últimos 500 años.
La otra cara de las limitaciones se encuentra en la parte de utilizacion del agua de los ríos y de los vertidos. Uno de los principios que rodean a la actividad eskaut es la importancia de dejar las cosas mejor de cómo nos lo hemos encontrado o, al menos, dejar la mínima huella posible. Por ello, quienes están principalmente interesados en primera instancia a colaborar y mejorar en este ámbito son los grupos eskaut.
Por ello, este curso Euskalerriko Eskautak sitúa como objetivo prioritario el comprobar hasta dónde alcanza esa mano tendida que URA ha ofrecido en las diferentes conversaciones que ha tenido durante este verano.